VOCERRANTE (40)
Babelia
Apertura
(Sobre
“White ManSleeps II”, por KronosQuartet):
(Andante tranquilo)
“Las palabras vagan, yerran, buscan. Van
y vienen por ahí hasta que encuentran un refugio. En las manos, en los ojos, en
cualquier cosa que las rescate del olvido.”
Este
es el cuadragésimo programa de
VOCERRANTE.
Bienoídos
y bienoídas.
Sobre la Pieza N° 9 de las 10 Piezas fáciles
para piano de Zbigniew Presiner
Raúl
Como
en una dicción desafinada…
Daniel Mi
voz
Raúl
Tu
voz
Daniel
Tu voz, la voz
Raúl
Mi voz, tus voces
Daniel
Esta…
Raúl
…y no otra…
Daniel
…voz…
Raúl
Como
en una dicción desafinada oímos nuestras voces en otros…
Daniel
…
Oímos en otras voces las nuestras…
Raúl
…Oímos
a los otros en nuestras voces…
Daniel
…
Nuestras voces los oyen…
Raúl
…
Las voces de los otros oyen nuestras voces…
Daniel
Podemos
saber del crepitar de la palabra
Del
mate de la palabra,
De
mano en mano, de boca en boca, de noche a noche…
Raúl
La
palabra como un río que nos atraviesa, desnudando, sorprendiendo, entrelazando
todos los silencios.
Como
en una dicción desafinada, otras palabras suenan a nuestras palabras, o dicen
lo que en ellas queremos que se escuche.
Heredera
de toda vibración, de todo ritmo, de todo grito, la articulación verbal es obra
de las vértebras, tan manual como la confección del fuego, o la molienda de la
harina o el amasado del pan.
Daniel
Cada
voz tiene todos los significados del mundo. Pero sólo uno que se quiere decir.
La
confusión ocurre cuando todos quieren decir LO MISMO. Y allí surge entonces el
sentido amonedado.
Raúl
La
confusión ocurre cuando ya no hay voces. Sólo un friso.
Daniel
Cuando
lo dicho se independiza del sonido, de la vibración, del cuerpo, de la boca.
Cuando
el decir ya no es un verbo, sino una etiqueta, un rótulo, o una marca.
Raúl
Al
principio fue el ritmo.
Luego el baile.
Luego las canciones.
… Y entonces la prosa.
Para recordarlos. Para retenerlos.
Para fijarlos, transmitirlos, para llevarlos de un lado al otro.
Al principio fue la poesía. Llena de
sentidos, gritos, mediasombras, apostillas, gestos y súplicas, luz, morada y
calor.
Las voces desprendidas al mismo
tiempo de la lengua y de las cosas.
Daniel
Hasta
que se impuso la Torre.
Raúl
Atención Jorge… Periodistas
acreditados en el lugar informan de un inminente hallazgo arqueológico en Auvernia.
Se han detectado varios túmulos superpuestos que corresponderían a las capas de
una inmensa torre, ejecutada en forma escalonada como los tradicionales
zigurats, pero en sucesivas épocas.
Daniel
Así es Jorge, testimonios
indubitables señalan que aquí habría estado asentada la legendaria Torre de
Babel. Escuchemos los relatos.
Raúl
Todo empezó con las piedras. El
estrato inferior, o Primer Estrato, está completamente formado de piedras.
Piedras de todo color, procedencia y textura. Piedras de bajo el mar, de la
cima de la montaña, del fondo de las cuevas, del lecho de los ríos. Una piedra
blanca, otra gris, otra verde, otra azul, otra amarilla… Sostenían y se
sostenían agrupándose, amontonándose, ocupando los intersticios del espacio
espalda con espalda.
Cada piedra de cada sitio, de cada
lugar, de cada camino.
Era una fiesta la llegada de una
nueva piedra. Todas distintas, todas llenas de rarezas, de impurezas, de
delicadas junturas y complicado encastre.
Iban circulando de mano en mano y la
última mano la colocaba. Toda piedra era dispuesta entre las otras, como otra
piedra fundamental.
Luego, sobre las piedras fueron
colocando ladrillos. Ladrillos que eran largamente trabajados con el barro
modelado bajo todos los soles de los páramos.
Daniel
En
efecto, Jorge, de acuerdo a los arqueólogos, cada estrato marca una época en la
construcción de la Torre, así como en las condiciones sociales de sus
constructores.
Raúl
Así, por ejemplo, el Quinto Estrato está
formado de maderas, coincidente con la etapa de colonización de los bosques
colindantes.
El Décimo Estrato está formado de
armas de hierro, yuxtapuestas y trabadas, coincidente con el final de la Edad
del Bronce y el principio de los dominios unilaterales.
El Decimocuarto Estrado está formado
de huesos. Sólo huesos, unos sobre otros, engarzados, unos contra otros,
coincidentes con la época de las grandes masacres.
El Decimoquinto Estrato está formado
de maíces. Diversos colores, tamaños y textura de maíces. Coincidentes con el
Saqueo de América.
El Decimonoveno Estrato está formado
de plomo. Grandes y pesadas capas de plomo, coincidentes con el aprovechamiento
del combustible fósil.
Daniel
A
medida que se sucedían los estratos, llevaba menos tiempo su construcción.
Menos personas. Y menos materiales.
Se buscaba alcanzar la lengua perfecta.
La lengua que no necesite
desambiguación.
Aquella que resulte exacta, precisa,
transparente.
Inexorable como la guadaña.
Raúl
La
lengua perfecta, logicizable, cuantificable, clasificante.
Que ponga a cada cosa en su lugar,
sin salirse de sus márgenes.
Que prescinda de los caprichos de la
sátira, los meandros del humor, los sigilos de la seducción, las extensiones de
la polisemia.
Que
prescinda de accidentes de la historia, de intenciones, de género, de número,
de tiempo…
Que prescinda del verbo, a fin de
desadmitir todas las transformaciones, cualquiera de los movimientos.
La lengua perfecta, inhumana,
insensible. La lengua de azulejos blancos. Pura, inmaculada, sin voces ni lenguas,
sólo datos.
Daniel
El Vigésimo Tercer Estrato está
formado de papeles. Papel, pulpa de papel, fibra de papel. Tan sólo y nada más
que papeles. Coincidentes con el fetichismo de las normas.
El Vigésimo Séptimo Estrato está
formado de pieles. Coincidente con el deshollamiento del silencio.
El Trigésimo Estrato, de alas de
coleópteros y de mariposas. Coindicentes con la persecución de cualquier deseo.
El Trigésimo Cuarto Estrato, de
vientos y llamas superpuestas y encadenadas. Coincidentes con la desaparición
de las voces.
El Trigésimo Séptimo Estrato, de
superficies pulidas hasta el extremo del espejo. Como una ilusión de la
existencia.
Raúl
Los Estratos se están develando por
primera vez al mundo desde las excavaciones de Auvernia, que comenzaron hace
apenas unos meses. El sitio de emplazamiento de la Torre de Babel siempre había
sido una incógnita no rebelada, que finalmente aparecería a la luz a raíz de
esta llamativa estructura de Treinta y Nueve superficies, cada una de las
cuales supone un punto de abstracción respecto de las anteriores. Y por
consiguiente pérdida de significado.
Daniel
Cuando alcanzamos el último estrato,
éramos apenas poleas y palancas. Te volví a buscar entre las multitudes que
atravesaban muy rápidamente a través de los reflejos, los haces de luz, y las
pulsiones de una belleza normada, recortada, única, correcta… Y buscaba tu
nombre entre todas las tarjetas, los diarios, los letreros, los zócalos de
televisión, los subtítulos, las redes sociales de internet, los registros policiales,
judiciales, escolares, palaciegos…
Y sin embargo no, no podía dar
contigo.
Hasta que dejé de buscar tu nombre,
y escuché, allí, mezclada, compartida, precisa y sonoramente, tu voz. Tu voz
volvía a encontrarse con toda la serie de mis recuerdos. Y allí estabas
pronunciando, con esa voz, nada menos que el apelativo en el que entonces nos
llamábamos.
Daniel
De Alejandra Pizarnick:
“¿Cómo
se llama el nombre?
Un
color como un ataúd, una transparencia que no atravesarás.
¿Y
cómo es posible no saber tanto?”
Raúl
Seguiremos en contacto, Jorge.
Mientras tanto, escuchemos, de Bobby McFerrin y Roger Treece, “Messages”, cuyo texto está
escrito en latín, italiano, sánscrito, zulú, español, ruso, hebreo, portugués,
mandarín, japonés, francés, árabe, alemán, inglés, gaélico y un idioma
artificial ad-hoc inventado por el propio McFerrin.
Primer Tema: “Messages” (11:00)
Acabamos
de escuchar, de Bobby McFerrin y Roger Treece, “Messages”, con las voces de sus
creadores, más Lisa Fischer; Joey Blake; Kim Nazarian: LaTanya Hall: vocals;
Luciana Souza: Albert Hera; Peter Eldridge; Alexandra Montano; Andrea Figallo:
Katie Campbell; Kristina Boerger; Amelia Watkins; Aubrey Johnson; David Root; Fletcher
Sheridan; Mark Johnson; Michele Eaton;
Michelle Mailhot Vines; Ryland Angel; Elizabeth Farnum; Gayla Morgan;
Michael Steinburger; Michele Weir; Richard; Theo Bleckmann:; Thom Baker; más Alex
Acuna en percusión; Donny McCaslin en saxophone; y Pedro Eustache en flautas.
Daniel
La palabra
es criatura viva, naciendo, ramificándose, multiplicándose, diversificándose,
mezclándose, apareándose, aunándose, derramándose, fructificándose. Dentro y
afuera de todas las bocas.
Raúl
En todo el mundo, de acuerdo a un
informe de la Unesco, se encuentran en peligro de extinción más de seis mil
lenguas. Más de seis mil modos de decir, de vivir, de narrar la vida. Más de
seis mil modos de contar y de saber la historia. Más de seis mil modos de ser
en el decir, de decirse y significar al Universo.
En Argentina, se han identificado
dieciocho en peligro de extinción. Así, el kutza, el avá guaraní, el chaná, el
chorote, el guaraní boliviano, el puelche, el manjui, el mapuche argentino, el
guaraní mbyá, el mocoví, el ona, el pilagá, el quechua de Santiago, el tapieté,
el tehuelche, el toba, el vilela y el wichí.
Daniel
“Verdad”
en idioma kutza suena “Kéltchar”. Y “Vida” en kutza suena “Kausama”.
Raúl
En
el idioma “avá guaraní” estar de pie es es sencillamente “A”.
Daniel
En
el idioma chaná, “Yogüin” es el fuego. Al humo se lo llama “vanatí yogüin”, “el
hijo del fuego que hacía llorar al que quemaba"
Raúl
En
idioma chorote “vida” se dice “Ji wasankiye”, y “verdad”, ”ijiatki”. “Si
lijwas” quiere decir “los que hablan nuestro idioma”.
Daniel
En
el idioma guaraní de Bolivia, al hombre blanco se le dice “karái”.
Raúl
En idioma
puelche hay una palabra para el viento del este: “ga’ na aiyu”. Y la expresión “voy
a cantar” se dice de una sola vez: “tshikumüléuak”
Daniel
En idioma
manjui hay una palabra para la canción del amanecer: “Ilhumane”
Raúl
En
el idioma mapuche de nuestro sur hay una palabra para “abrir los ojos”. Se dice
“lelikelen”. Y nuestra Vía Láctea se llama “Repuapew”.
Daniel
En
el idioma mbya guaraní, la palabra “rojerovia” es “depositar la confianza”,
“vida” y “costumbre” se llaman con la misma voz “teko”.
Raúl
En
idioma mocoví, “verdad” es “ilic”; y “caoc” es el nombre de la mentira y de lo
incorrecto. Y el viento del norte se llama “huaquiaxaic”.
Daniel
En
idioma selknam, u ona, el Sol es “Kre”, y la Luna, “Kren”.
Raúl
El verbo vilela presenta siete categorías
flexionales: persona, modo, tiempo, aspecto, negación, número e
interrogación".
Daniel
Con
la voz “Ujtais” se dan las gracias en idioma wichí. Y con la voz “chiwolla” se
dan los buenos días.
Raúl
En
la gramática pilagá, hay cuatro diferencias en orden al número: singular, dual,
de varios, y colectivo. La
palabra pilagá para nuestro mismo Sol, “katena”; y para nuestra
misma Luna, “aworoik”, no poseen género gramatical. Sin embargo, al sol se lo personifica
como a una mujer y a la luna como a un hombre.
Daniel
En
el idioma quichua de Santiago del Estero, “Llantuyai” es el verbo de la
sombra.
Ilusión
en este idioma es “Llachi”. Pero esta expresión ha caído en desuso por sus
hablantes.
Raúl
“Shi-manino-re a-mbo’e a-ï he(se) kwep”, en idioma
tapieté es “A mis nietos les estoy enseñando siempre”
Daniel
En
tehuelche “Shogel” es la palabra para “Verdad”. Y hay un nombre para la noche
común, “ensken”, y otro para la noche oscura: “ktenon”.
Raúl
En idioma toba, “nakaltawek” alude a
la persona viva. Al viviente. “Nowet”, en ese mismo idioma, son los “espíritus
auxiliares”.
Daniel
Quienes guardan en ellos una lengua,
una palabra, una cita, un sabor, un idioma, tienen un mundo dentro.
Raúl
“Habla también tú, aunque fueras el
último que hablase” – Paul Celan.
Daniel
“Los
chaná fueron un pueblo que habitó las costas de los ríos Uruguay y Paraná desde
hace unos 2000 años (…) hasta la llegada de los españoles.
“Don
Blas asegura ser heredero de la familia de los "hombres superiores" de
los chaná, aquellos que por condición de nacimiento estaban habilitados para
ejercer el cacicazgo de su pueblo, algo muy similar a los criterios de nobleza.
Tan es así que, asegura, los españoles respetaron la vida de sus familiares,
pero se produjo una fuerte censura hacia las costumbres chaná acuñadas durante
miles de años. "A los chicos que hablaban chaná les cortaban la lengua o
les pinchaban un ojo, así que en poco tiempo ya nadie escuchó hablar esta
lengua", dice. Sin embargo, las mujeres chaná establecieron durante
cientos de años un pacto secreto: le enseñarían a sus hijas la lengua y las
costumbres con el objetivo de que no se perdieran, pero debían mantenerlas en
absoluto silencio. Jaime accedió a tal tesoro cultural porque todas sus
hermanas murieron y durante casi 15 años su madre lo adiestró en esa cultura
con lecciones y exámenes nocturnos.
Don
Blas creía (…) que no era el único depositario de la lengua, y que en el
momento de decidir hacerlo público, habría muchos descendientes que sacarían su
conocimiento del letargo. Hace unos diez años –al cumplir 70, cuando decidió
dar a conocer su secreto–, se encontró con que esa lengua estaba dada por
perdida por antropólogos y lingüistas. (…) Hasta el momento, y pese a los
enormes esfuerzos institucionales, no apareció otro hablante chaná.”
(Historia
de Blas Jaime, “El último hablante de la lengua chaná”, nota de Roy Villani,
publicada en Tiempo Argentino, el 20 de abril de 2014).
Raúl
“Cristina
Calderón es de las pocas personas que en este mundo tienen el carácter de
Tesoro Humano Vivo, denominación otorgada por la Unesco en el año 2003. Esto
porque es la última habitante nacida y criada según las costumbres ancestrales
y que tuvo contacto directo con sus antepasados antes de que desaparecieran y
porque además habla el idioma de ellos, a la vez que se ha esmerado en trasmitirlo
a sus descendientes.
“Cristina
Calderón nació en 1928 en el sector denominado Bahía Róbalo, en la Isla
Navarino, uno de los postreros bastiones en los que vivieron los yámanas o
yaganes antes de su casi total extinción. Claro que hablar de yámanas puede ser
un poco arbitrario porque actualmente, después de la depredación de la que
fueron víctimas los aborígenes del extremo sur chileno y argentino, no queda
nadie étnicamente puro. Nadie que pueda vanagloriarse de ser representante de
esa raza que sobrevivió varios milenios en las condiciones más adversas que se
pueda imaginar, hasta que llegó la “civilización”.
“Lo
que hace diferente a Cristina es que tuvo contacto con antepasados que, de una
u otra forma, fueron víctimas del holocausto y que sabe hablar el idioma, o uno
de los idiomas o una mezcla de los idiomas que se hablaban en la zona antes de
la aparición de los colonos, verdugos de su raza, y que ha intentado transmitir
a sus siete hijos, catorce nietos e innumerables bisnietos, lo mismo que la historia
de su pueblo y las costumbres.
“Con
87 años y junto a su nieta Cristina Zárraga, está trabajando en la confección
de un diccionario que permita perpetuar su léxico que, entre sus curiosidades,
contiene la palabra que figura en el Libro de Récords de Guinness como la más
concisa del mundo, porque involucra en sí misma el más completo concepto:
Mamihlapinatapai, que se traduce como “una mirada entre dos personas, cada una
de las cuales espera que la otra comience una acción que ambos desean pero que ninguno
se anima a iniciar”.
“También
junto a su nieta publicó un libro llamado Hai Kur Mamašu Shis (Quiero contarte
un cuento) con historias y leyendas de los yaganes.
“Los
yaganes o yámanas poblaron la isla de Tierra del Fuego ─según la teoría más aceptada─
se calcula que desde el año 1.000 AC (otros hablan del 6.000 AC). Compartían
este territorio con otras dos tribus, los selknam (onas) y los haush. La misma
teoría sugiere que todos eran de origen tehuelche, que a su vez venían siendo
empujados desde el norte por otras culturas descendientes de las que
atravesaron a América por el Estrecho de Bering.
“Los
yaganes ocupaban el extremo suroeste de ese inhóspito territorio, aledaño al
Canal de Beagle, incluida la Isla Navarino y otros islotes cercanos. Los
selknam, que aparentemente fueron los más numerosos, se asentaban en lo que se
podría llamar la meseta central y el extremo norte, hasta el Estrecho de
Magallanes, zona que en alguna época fue boscosa, mientras que los haush fueron
acorralados por los selknam en el extremo oriental de la isla. Las tres tribus
hablaban dialectos distintos, aunque con una raíz común. También compartían
algunas costumbres, ciertas divinidades y ritos religiosos
”Lo
concreto es que hasta el arribo de los invasores europeos estos aborígenes
vivieron en relativa paz, adaptándose al clima endemoniado de la región y
sobreviviendo de la pesca, de las ballenas que capturaban o que varaban en la
costa y de los lobos marinos que proporcionaban alimento, ropaje y el calor de
su grasa. Se supone que durante el primer período de poblamiento también
cazaban guanacos que vivían entre los bosques, así como otros animales
terrestres. Pero aparentemente la sobreexplotación pronto causó el exterminio
de flora y fauna. Nunca supieron de agricultura y las embarcaciones de fibras
vegetales entrelazadas que fabricaban no tenían la resistencia necesaria para
largas travesías en los procelosos mares australes, aunque para desplazarse por
distancias mayores y para la caza de la ballena utilizaban unas canoas
construidas con cortezas de árboles. Cuando el tiempo lo permitía, familias
completas se movían en esas embarcaciones alcanzando grandes distancias, pero
en general eran presos de su entorno.
“Los
intentos de colonizar el estratégico Estrecho de Magallanes por parte de
españoles, británicos y holandeses, durante los siglos XVI, XVII y XVIII
fracasaron porque los colonos jamás se pudieron aclimatar y porque los
indígenas, sintiéndose agredidos, los atacaban con sus rústicas armas. Pero con
la llegada del siglo XIX aparecieron armas mejores. Además, se descubrieron en
Tierra del Fuego algunos yacimientos auríferos y los ingleses vieron que el
territorio era muy apto para la ganadería ovina. Con todos estos elementos, la
codicia pudo más y quedó servida la mesa para el exterminio. De los cuatro mil
habitantes calculados hacia 1860, a fines de siglo no quedaban más de
setecientos.
“Con
el ánimo de parar la matanza, unos sacerdotes salesianos, los padres Fagnano y
De Agostini, solicitaron al gobierno chileno que les cediera la Isla Dawson
para establecer ahí una colonia con los aborígenes sobrevivientes, pero lo que
no habían hecho las armas lo hicieron las enfermedades importadas por los
colonos. La viruela y la tuberculosis terminaron con ellos en veinte
años.
Por supuesto y como suele ocurrir cuando se enfrenta a un enemigo común, las
tres tribus originarias de la isla se fusionaron para defenderse, por lo que
poco a poco el mestizaje entre ellos fue haciendo desparecer a los más débiles.
Hoy, para referirse a los habitantes de esas latitudes, se habla de los “onas”
y ya en el siglo XIX se utilizaba esta denominación que abarcaba no sólo a los
insulares, sino que también a los habitantes del norte cercano del Estrecho de
Magallanes. O sea que de los primitivos habitantes de esas tierras no quedó ni
siquiera su verdadero nombre, rescatado posteriormente por investigadores,
antropólogos y arqueólogos.
“Mucho
se ha escrito sobre la masacre de las tribus australes y no es el ánimo de esta
crónica resaltar ese doloroso tema, pero se hace necesario mencionarlo para
poder evaluar mejor la importancia del esfuerzo de Cristina Calderón para
perpetuar la memoria de sus antepasados.
“Desde
1960 vive en Villa Ukika, una reservación ubicada a dos kilómetros de Puerto
Williams, donde se dedica a la cestería. Ahí mora en una casa de madera, junto
a una cincuentena de descendientes en mayor o menor grado de los primitivos
habitantes de la zona. Cerca vive Lidia, una de sus hijas, monitora en una
escuela del sector, donde enseña a los niños el idioma y las costumbres de sus
ancestros, conocimientos que ella recibió de su madre.
“Gracias
a doña Cristina Calderón y a su familia es muy posible que se conserven para la
posteridad el lenguaje y los rasgos de esta cultura prácticamente desaparecida.
Esta valerosa mujer ha recibido varios honores. Además de ser Tesoro Humano
Vivo, es Hija Ilustre de la Región de Magallanes y Antártica Chilena y fue
seleccionada como una de las 50 mujeres representativas del Bicentenario de la
República de Chile.
-Publicado
en “El oregiverde”, diario de los pueblos indígenas, el primero de abril de
2016, por Fernando Lizama-Murphy. Fecha: 1/4/2016.
Segundo Tema: “Chapie Zuichupa”, de
Doménico Zípoli. (02:24). Acabamos de escuchar, de Doménico
Zípoli, “Chapie Zuichupa”, por el Ensemble Louis Berger, dirigido por Ricardo
Massum. En idioma chiquitano.
Daniel
DER ANDERE
Tiefere Wunden als mir
schlug dir das Schweigen,
grössere Sterne
spinnen dich ein in das Netz ihrer Blicke,
weissere Asche
liegt auf dem Wort, dem du glaubtest
-
Paul
Celan.
Raúl
“EL
OTRO”
Heridas
más profundas que a mí
te
causó el silencio,
mayores
estrellas
te
urden en la red de sus miradas,
más
blanca ceniza
yace
en la palabra que tu creíste”
- Paul
Celan
Cierre
(Sobre “L´inverno” Segundo Movimiento –
Antonio Vivaldi, por Il Giardino Armonico):
(Lento - Grave)
“Siguen vagando las palabras, criaturas
del aire, harinas de tiempo, hurgando por las cuerdas, y los labios y la boca,
para vibrar de nuevo.”